Esguinces, entorsis, fascitis plantares, fracturas por estrés, tendinitis aquílea son algunos de los problemas que nos encontramos en verano por el uso de chanclas.
Por otra parte este calzado debe evitarse en personas con problemas de circulación y diabéticos porque, podrían sufrir alguna laceración o rozadura y provocar la aparición de dolencias graves.
La chancla debe tener una SUELA GRUESA y que SUJETE el EMPEINE y TOBILLO.
La chancla al no ofrecer un soporte adecuado al pie, hay tendencia a curvar los dedos para sujetarlas y se realiza más esfuerzo al andar, estirando la fascia plantar causando dolor e inflamación. Con su uso aumenta las probabilidades de caidas.
Comprar en tiendas especializadas para evitar una chancla de material poco saludable, tóxico y que provoque alergías.
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